Norberto Albarello
fue un profesor que respondió a los mandatos de la educación física de época.
Fue sin duda un icono de la educación física del lugar
Fue el profesor
fundante de la primer colonia de vacaciones publica y fundador del primer
gimnasio privado, llamado jocosamente
por el como Gimnasio “la fiaca”
Se lo puede señalar junto a los Paterlini de
Lincoln, Maidana de Los Toldos o La Falce de General Pinto. Disculpen la
referencia histórica, es una (otra) deformación profesional.
La difícil
conjunción de entusiasmo y responsabilidad los hacía tipos únicos. Su obra fue
la acción, la preparación de los jóvenes y las jóvenes de esa época
especialmente en la disciplina en la que se le reconocía como especialidad: el
atletismo.
Mi hermano José
María, Estela Luis, Liliana Sibat y Raúl conde descollaron en los 70’ con su
desempeño deportivo.
También es de destacar el meritorio hecho de que de su escuela nro. 1 salió el primer equipo escolar que nos representó a nivel provincial. Ni más ni menos que 50 años de aquel hecho.
Debemos
reconocerles a Norberto y a los profesores de esa época el mérito y la
paciencia de peregrinar en busca de un lugar para dar clases. (Hoy en un club,
mañana en otro, luego en un campito en un recorrido infinitamente circular)
Hoy nos reúne esta
obra que tuvo la Imprescindible construcción simbólica previa para
transformarse en una obra tangible, concreta
¡Totalmente
legítimo que el “poli” lleve su nombre!
Finalmente,
saludarla en su día y también, desde algún lugar vaya un abrazo al profe que
marcó el camino de muchos de los que estamos acá (intendente incluido)