martes, 16 de julio de 2019

En la 4ta Feria del Libro de L. N. Alem

Pablo Ariel Scharagrodsky 
es Doctor en Ciencias Sociales y Humanas por la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
 Master en Ciencias Sociales con Orientación en Educación (FLACSO, Argentina).
Licenciado y Profesor en Ciencias de la Educación por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
 Es docente investigador en la Universidad de Quilmes en la Licenciatura en Educación.
Co-director del Programa de investigación denominado “Discursos, prácticas e instituciones educativas” en la UNQ.
Además, es docente en la FHCE, UNLP.
 Sus temas de investigación son la historia de la educación, las problemáticas sobre el cuerpo, las pedagogías feministas y los estudios género.
Tras las huellas de la EF escolar
Poniendo el cuerpo’ o acerca de nuevos problemas en la Historia de la Educación.
Dibujando y narrando a los cuerpos, los géneros y las sexualidades. El caso de los graffitis escolares en la ciudad de La Plata, Argentina”. 
En Género es más que una palabra.
En EF y deporte hay mucho género para cortar
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Sumamente oportuna la visita de Pablo Scharadosky. Por supuesto la bienvenida a todos… todas y todes.
Digo oportuna porque estamos en una etapa de consideración especialmente sensible acerca de las cuestiones de género, muy particularmente en la EF y su formación.

Nunca antes en la corta historia de la formación docente han estado tan consideradas las cuestiones de este orden. Porque hay un orden de los géneros.
Mucho más allá de los problemas del lenguaje inclusivo nos debemos permitir poner el tela de juicio o en clave de género a las cuestiones que nos pegan en el propio cuerpo.

Pensábamos con los alumnos en una suerte de tópicos introductorios a esta charla
Los clubes que se llaman “Defensores de…. Tal o cual” ¿Deberán modificar sus nombres?
¿Qué hacemos con los sistemas de defensa hombre a hombre?
En los deportes náuticos, que hacemos cuando decimos “hombre al agua”, ¿¿¿Si es mujer la abandonamos???

La bienvenida a Pablo!
Víctor Hugo Morales probablemente sea una de esas personas que no necesita presentación, por lo tanto, buena parte de lo que digo puede que sea una obviedad. Obvio por conocido decir que es uruguayo, relator, conductor. No es obvio decir que hace unos años era un muchacho de pueblo, de Cardona, que con sus más o menos 10.000 habitantes es tan pueblo como Vedia. Que con 19 años encaró la aventura de venir a hacer, si no “la América”, “la argentina”, ¡Tarea difícil si la hay! Mucho de lo que Víctor Hugo ha hecho en la argentina es harto conocido. Ello lo lleva a integrar la galería histórica de una élite de «locutores ilustrados» que han marcado estilo e historia en el Río de la Plata. Su figura se asocia a expresiones propias e identitarias del relato deportivo que se repite en los potreros ante el gol, como emoción máxima del futbol. Si lo tenemos que juzgar, como hacemos en el interior a menudo, por la “junta”, se le conoce por su relación con Adrián Paenza, Tití Fernández, Alejandro Apo, Antonio Carrizo, Diego Maradona… y otros tantos “de los buenos”. También los podemos juzgar por aquellos con los que “no se junta”. Estamos hablando de los entregadores de la patria y los acumuladores de perversos privilegios. Si de patria hablamos es uno de esos personajes que nos ha redimensionado, ampliándola, a la maravillosa y deliberadamente olvidada por algunos, idea de Patria. Su pertenencia excede a la argentina. Ha reinvindicado en cada acción la pertenencia a la “patria grande”. Sin duda un latinoamericanista de “aquellos”. Cuando el tiempo le dé perspectiva y objetive a la historia los Libertadores de América serán recordados en sus circunstancias y sus contextos. Los tiempos de la espada nos recordarán a San Martin y a Bolívar, a Belgrano y a Ugarte. Su condición de “Maestro” en el mejor sentido simbólico, de muchos periodistas y comunicadores, nos lleva a considerar el legado latinoamericanista de José Martí, Simón Rodríguez o más cercano Paulo Freire. Pero de este convulsionado tiempo serán recordados quienes resistieron a la neo-colonización latinoamericana, quienes hayan lanzado tempranamente su “Grito en el Desierto”, o quienes han tenido el coraje de demandar a los demandantes: demanda contra demanda: un debate sobre libertad de prensa, ética periodística, el poder de las empresas de medios y el honor. No es exageración: Estamos sin duda ante la presencia de uno de los Libertadores de América, un obstinado luchador por los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos de la patria grande. Esto nos habilita a decir: “De que planeta viniste, Víctor Hugo, ¡para dejar en camino a tanta injusticia… a tanta calumnia para que esta Feria del libro sea un puño apretado gritando por la reposición de los derechos que nos pretenden arrebatar!” Adelante Barrilete cósmico! ¡Perdónenos por tan poco, gracias por estar acá!

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